Finalmente, llegó el día. Tras haber utilizado con maestría las redes sociales para contar cada una de las idas y vueltas que vivió junto a su marido en el último mes, Wanda Nara decidió hablar sin reparos del escándalo que los tiene a ella, a Mauro Icardi y a Eugenia “La China” Suárez como protagonistas. Como era de esperarse, la interlocutora elegida para desandar los pormenores de la historia fue su amiga, la conductora Susana Giménez, alguien con quien la empresaria se siente históricamente cómoda y a gusto a la hora de mostrar y contar aspectos íntimos de su vida.
La diva de los teléfonos viajó hasta París para reunirse con la exparticipante de “Patinando por un sueño” y su esposo y grabar la entrevista que se emitió por Telefe pasadas las 21, minutos después de lo anunciado. El programa, Susana: invitada de honor, comenzó con la conductora, vestida de dorado y con la Torre Eiffel de fondo. “Vamos a tener el placer de mostrarles... De hablar, mejor dicho, con la más buscada. ¡La nota del año! Tenemos la suerte de tenerla nosotros, porque todo el mundo quiere hablar con ella”, anunció Susana. A su izquierda apareció, entonces, Nara vestida íntegramente de negro y, para que no quedaran dudas del tenor que tendría el esperado encuentro, las dos se fundieron en un abrazo.
Con las presentaciones ya hechas, el público esperaba con ansias escuchar a la mediática empresaria referirse al tema que tuvo en vilo al país durante el último mes. “Sabés que en todos lados lo llamaron ‘el wandagate’”, deslizó la conductora, para introducir el tema. Y Wanda, entonces, le preguntó. “Es como ‘el caso de Wanda’, ¿no?”.
Cómo encontró los mensajes
“¡Se dijeron tantas cosas! Estamos siempre juntos. Somos una familia muy pegada... Estábamos en un campo. Las nenas estaban andando a caballo y yo estaba hablando con la chica que nos organiza las fiestas acá en París, que me pidió una foto de mi hija más chiquita para hacer una invitación. Me acordé que habíamos hecho unas fotos con el teléfono de Mauro y las busqué”, rememoró Nara.
“Buscando, empecé a ver como pantallazos de un chat con una mujer muy famosa que ya saben...”, continuó, evitando nombrar a Suárez. Y, desconociendo que fue ella quien dio indicios primero y luego detalles de lo ocurrido en las redes, explicó: “Al tratarse de dos personas muy conocidas y que ninguno de los dos hable, es obvio que se empiezan a generar un montón de versiones. Es normal. Yo estoy en el medio desde los cuatro o cinco años y lo tengo muy claro. He vivido separaciones o peleas con otras parejas y también le ha pasado a mi hermana. Y, a veces, cuando no querés, del otro lado empiezan a inventar”, indicó.
La autocrítica
Inmediatamente después, Wanda contó cómo se le ocurrió subir a su cuenta de Instagram el primer mensaje que fue el que desató un alud de dudas y suposiciones: “Ese es el precio que pago por mi impulso. La culpa la tuve yo, porque antes de hablar con mi mejor amiga o con mi hermana, que es mi alma gemela, hice uso del teléfono que siempre tengo en la mano. Tenía a las nenitas en el campo con nosotros, pero mis otros hijos estaban jugando un partido de fútbol y por eso tenía el teléfono conmigo. Lo primero que se me vino a la cabeza fue la bronca, la ira; y subí una historia”.
Susana quiso saber, entonces, si esa era la primera vez que le revisaba el celular a su esposo. Incómoda, Nara explicó: “Siempre busqué, revisé y nunca encontré nada. Y cuando había algo, muchas veces él me lo mostraba o yo le muestro. Tenemos esa confianza. Nosotros empezamos como amigos nuestra relación y nos contamos todo. A veces son cosas que no está bueno escuchar: ‘Mirá lo que me manda esta chica’. ¡Yo estaba parturienta y quizá ves una chica divina! Y no te gusta, pero es el precio”, indicó la entrevistada. Y Susana hizo una intervención a su medida: “Es que a los jugadores de fútbol los persiguen todas las mujeres. Son lindos, jóvenes, buenos mozos, ricos. No les falta nada”.
Nara, sin embargo, quiso ir más allá. “Pero ellos tienen que saber que eso les da un poder que cualquier mensaje, cualquier reacción, cualquier cosita que ellos escriben... Obviamente, cualquier mujer se moriría hoy por estar en mi lugar. Capaz que hay otras que no y me parece genial. Pero sé por los mensajes que le llegan a él que a un montón les gustaría. ¡Y ni lo conocen! Yo conozco las partes buenas y las partes malas; otras ven tu vida, pero la vida real no es la misma que uno muestra en Instagram. Obviamente, mostrás un auto divino, un bolso divino, una casa divina, pero cuando estamos tristes, cuando estamos mal, uno no lo muestra”, indicó.
La Familia Ingalls
Llegó el momento entonces, de ponerle nombre a la supuesta tercera en discordia. Y en ese momento, Susana no dudó en ir directamente al hueso. “Vos eras bastante amiga de la China Suárez”, aseveró, pero Wanda negó esa versión. “Amiga, no. Tenía buena relación, cordial. Y a partir de eso que vi, mi enojo me llevó a tener una mirada machista, como tenemos todos en general, y le eché la culpa a la mujer”, fundamentó Nara.
“Después, cuando empezás a ver te das cuenta que con ella no tenés nada. Es su vida. Comparto que una mujer pueda ser libre. Me encanta y lo admiro”, explicó. E inmediatamente, se diferenció: “Yo soy como chapada a la antigua. Eso lo quiero aclarar: no somos una pareja abierta. Somos lo más parecido a la Familia Ingalls. ¡Para mí, un mensajito es causal de divorcio!”.
Entonces, llegó el momento de saber cuál era el contenido de esos mensajes que llenaron a Nara de ira, aunque finalmente no derivaron en divorcio. “Decían cosas que a una mujer como yo, con los valores que tengo yo, no hubiera nunca escrito. Y tampoco me esperaba, con la relación que nosotros tenemos, que él no me lo haya contado. Eso fue lo más grave que pasó”, explicó.
Para reforzar la idea de la familia perfecta, Nara indicó: “Dijeron muchas cosas... Que yo ya había visto otras cosas de Mauro y contaron una supuesta historia en Ibiza, pero nada más alejado de la realidad. Nunca habíamos tenido un problema de este estilo por una mujer. Lo puedo jurar por nuestros cinco hijos. Y cuando pasó esto me recalenté, puse ese mensaje en Instagram, agarré el primer vuelo y me fui a mi casa en Italia”.
Un encuentro que no fue nada
Wanda explicó que tras ese primer impulso, comenzó a ver la situación con más calma. “Después, hablando mucho con amigos, todos me decían que estaba haciendo un lío de una cosa que suele pasar en las parejas. Pero yo pensaba que en la nuestra, no. Hubo días de gritos, de pelea, de discusión, y hubo otros en los que hemos hablado tranquilos. Y le pregunté si él me perdonaría si estuviera en mi lugar. Me dijo que no, que él se divorciaría”.
Después, repasó el derrotero europeo que sobrevino a la primera pelea. “Apenas me fui, él se tomó el avión siguiente y me vino a buscar para que habláramos. Cuando me enteré que estaba viniendo, me fui a otro lugar y me tomé un tiempo para pensar, para hablar. Hablamos un montón. Me dijo que piense en la familia, en el amor que nos tenemos, en que fue una tontería. Que quizá fue el error de su vida”, aseguró.
Susana intervino para dar su impresión sobre el futbolista: “No me parece un mujeriego, no me da la impresión de que se da vuelta cuando ve pasar a una mujer”. Y Wanda asintió: “A cualquiera le puede pasar. Con la persona con la que hables, seguro que ha tenido un problema así. Lo importante es que pudimos poner un stop a la relación para analizar qué estaba pasando. También él, porque si hacés algo así te podés llegar a confundir un momento y pensar que no querés seguir”.
“Me dijo que si lo dejaba abandonaba su carrera, pero no sabemos si es verdad”, indicó, luego, entre risas. “En realidad, si te ponés a pensar, no fue nada, pero para mí, fue un montón, por la relación que tenemos y los códigos que manejamos”. Atenta, Susana hizo la pregunta del millón: ¿Existió el encuentro físico entre el futbolista y la actriz?
“Para volver, le dije que yo tenía que volver a confiar en la persona que tenía al lado. Yo pongo las manos en el fuego por Mauro por todo, pero sentía que había habido un quiebre. Y entonces, él me contó que sí. Que hubo un encuentro que no fue nada. Yo pienso que podría haber pasado de todo, pero no pasó nada. Ella vino a París. Para mí fue importante haberme sentado con él y que me dijera la verdad”, aseguró la entrevistada, pero aseguró que no conoce “el detalle” de quién pagó el pasaje.
A propósito de esa duda, repasó su propia historia con el padre de sus dos hijas menores: “En mi cabeza de mosquito eso no entra. A mí me pasó de haberme separado [de Maxi López, su primer marido], haberme ido a la Argentina y al tiempo empezamos a tener con Mauro una relación un poco más amorosa. Yo me fui a la Argentina en octubre, y en diciembre él me regala para mi cumpleaños un pasaje para irme a Milán, donde estaba él. Yo le dije que no. Estaba soltera, no tenía compromisos, él estaba soltero viviendo en su casa... Yo tenía mis tres hijos chiquitos y pensé: ‘Para estar una noche con un chico... ¡No! Yo no soy así. Entiendo que hay un montón de chicas, y me encanta, que viven su sexualidad con libertad. Pero yo no fui. Él vino después”.
La llamada y el perdón
Wanda reveló que tras encontrarse con la conversación que su esposo venía manteniendo con Suárez se comunicó con ella. “La llamé, porque tenemos una relación de conocernos. Y pudimos hablar. Lo primero que hice fue pedirle perdón por esa historia que subí, que tenía una palabra no muy elegante”, aseguró en relación a la frase que desató el escándalo mediático.
Esa no fue la única comunicación que la empresaria y la actriz tuvieron el el último tiempo. “A los cinco días de ese supuesto encuentro, rebobino y recuerdo que ella estaba en un recital, yo estaba con alguien y ella hizo una videollamada y le pidió a esa persona que le pasara conmigo. Yo estaba con mis dos hijas sentadas a upa. Y cuando hablamos le dije justamente eso: que había estado hace cinco días con mi marido y después pidió hablar conmigo. No me acuerdo cuál fue su explicación. Lo que hablamos va a quedar entre nosotras. A mí no me interesa ni dar detalles. Yo le pedí disculpas”, sostuvo Nara.
Sobre el extenso descargo de la China en el que aseguró ser “víctima” de la situación, Nara indicó: “Lo leí. No sé si yo soy medio tonta, pero fue complicado de entender. Repito: entiendo que haya mujeres que vivan diferente, pero está más que claro que nunca estuve separada, que todos los veranos me voy una semana o dos con mis hijas cuando mi marido está de pretemporada, pero nunca estuvimos en crisis. Fue el momento en el que más fotos subíamos juntos, porque estaba con nosotros mi hermana y nos sacamos muchas fotos en familia. Hago una especie de reality en mis historias y nos seguíamos las dos”. En otro tramo de la entrevista, aseguró: “Del otro lado me dijeron exactamente lo mismo que me dijo él”.
Además, contó que decidió volver a apostar por su matrimonio porque fue Icardi quien le contó cómo habían ocurrido los hechos y porque lo nota arrepentido. “Creo en el perdón y en la palabra. Soy de las antiguas que no firman un contrato. Lo miré a los ojos y creí en su arrepentimiento. Tenemos una pareja chapada a la antigua y esto no es lo que queremos, no es como educamos a nuestros hijos. Entiendo que un jugador de fútbol tiene un millón de posibilidades. Y hasta me recontracuido de los likes o los comentarios que dejo en las redes, Hoy sé que si estoy con él y lleno esta habitación de mujeres, estoy tranquila. Yo creo que él fue y se equivocó. Podría haber pasado de todo, pero no pasó”.
Una madre moderna y el hombre que nunca habló
En ese momento, Icardi apareció en el estudio, y aunque no formó parte de la entrevista, su presencia llevó a Nara a contar cuál fue la reacción de su madre, Nora, al enterarse del escándalo. “Me dijo que quería abrazar a Mauro. Yo le preguntaba de qué lado estaba, pero ella me decía que lo conoce, que sabe cómo es. Me decía que yo soy muy antigua, que la vida es así, que hay tropiezos. Y la verdad es que si me pongo a pensar en mis tíos, en mis abuelos, en mi papá, en mis exnovios... Por eso rescato la sinceridad de Mauro”.
Luego de hablar sobre la buena relación que hoy en día mantiene con el padre de sus tres hijos varones, Maxi López, se esperaba que Icardi se incorporara a la entrevista para dar su versión de los hechos. De hecho, una de las fotografías con las que Telefe decidió promocionar este programa especial se veía al futbolista hablando y a su esposa y a la conductora escuchándolo atentamente. Sin embargo, a los segundos de aparecer en escena y tras una larguísima tanda de PNTs, Susana dio por terminado el programa con un anunció que no fue bien visto por los televidentes: “Hasta acá llegamos con la nota del año. Wanda habló todo. Le pregunté todo, sin querer; pero tenía que hacerlo. Si la quieren ver entera la nota y todo lo que vamos a hacer con ella, por favor, véanlo por Paramount+”.
Tras el anuncio y el final inesperado, muchos televidentes se volcaron a las redes para dar cuenta de su descontento. Lo cierto es que quienes se quedaron con ganas de más, deberán esperar hasta la semana próxima para ver en aquella plataforma la charla completa y todo el contenido que Giménez grabó en París junto a Nara e Icardi.
Fuente:LaNacion