Los casi ocho años de matrimonio de Cinthia Fernández y Matías Defederico llegaron a su final, tres años atrás. Sin embargo, los frutos de su amor, Charis, Bella y Francesca, no lograron que la relación sea armoniosa, pese al tiempo de calma en el plano mediático, que se rompió hace unas semanas.
"Mi prioridad siempre son las nenas, tanto mías como de ella. Yo como madre siempre hablé muy bien, por más que tengamos internas como padres separados. Pero que te llame tu hija llorando porque la madre estaba hablando mal de mí delante de ellas, no está bueno. Yo entiendo el show mediático, pero hay un límite", dijo el futbolista en Hay que ver, en plena guerra con su ex, quien sostuvo en LAM que Defederico no cumple con la cuota alimentaria pautada por la Justicia.
Visiblemente enojada por las últimas declaraciones del deportista, la panelista de Ángel de Brito anunció la tajante decisión que tomó para que Matías no siga exponiendo intimidades en los medios.
"Me parece patético, por eso vas a recibir un bozal legal, porque estoy harta de que expongas a mis hijas, a mí, a mi familia y que me obligues a seguir exponiendo cosas. Me cansé, me pudrí, de que me cuestiones y de que me metas el dedo en donde no me da el sol", expresó Fernández, enojadísima, en LAM.
Luego, subrayó la ausencia de Defederico como padre y negó que una de sus niñas lo haya llamado porque ella habló mal de él adelante de la menor: "A mí como madre no me podés decir nada. Vos no sabés lo que es llevar a tus hijas al médico, no sabés lo que es comprarles un uniforme, no sabés lo que es encargarte de los libros, no sabés lo que es hacer la tarea, no sabés lo que es estar 24 horas por siete con ellas. No sabés nada, no entendés nada. No sabés lo que es tomarles la fiebre. Esta semana, una de ellas estuvo enferma y ni siquiera te enteraste. Así que se venga a hacer el padre fatal y a tirarme tierra cuando banco toda mi casa yo, que laburo de sol a sol y soy la única que está, no se lo puedo permitir. Él contó un episodio que lo cambió. Mi hija lo llamó llorando por un juguete".
Fuente:Ciudad