Íntima, la modelo y ex participante de Cantando 2020 cuenta cómo le dolió que hablaran por ella, los prejuicios de una familia religiosa y conservadora, la verdad sobre su vínculo con Flor Parise y su postura sobre la monogamia: “Ser poliamorosa no va con mi forma de ser”.
Siempre hizo un personaje, la inocente, libertina y misteriosa que dejaba todo a criterio de quien interpretara sus actos. Esa joven que estudió en una escuela pública, en el Colegio Nacional de Villa María y llegó desde Córdoba con 17 años y sed de fama, que supo jugar con el reflejo de las construcciones mediáticas de lo erótico y hoy se saca el disfraz mostrando su vulnerabilidad. La misma que ahora no pretende encajar los cajoncitos, descree de las etiquetas y se para ante la vida como mujer deseante, “sin restricciones”. La que mientras toma un vino mirando Cantando 2020 (eltrece) desde el playroom de su casa en Nordelta le aplica aceite de canabbis a Coco, su bulldog francés. En una charla sin maquillaje y a días de volar a Ibiza en plena cuarentena, la modelo y diseñadora de Ánima Bendita (puso a la venta barbijos con aroma a chicle y este verano estrenará nueva colección de ropa interior) defiende su libertad para amar, cuenta cómo le dolió que hablaran por ella y los prejuicios de una familia religiosa y conservadora.
–¿Es cierto que vas a irte de vacaciones a Ibiza por una invitación de cumpleaños?
–Sí. Mi cumple es en marzo y todos los años viajo para festejarlo, pero como este año no pude, lo estoy organizando para septiembre. Tengo amigos que ya están allá y viajo con dos amigas. El festejo, como siempre: una linda cena al aire libre para aprovechar las noches de calor que hay en la Isla en esta época. Igual, espero festejar acá a la vuelta con una reunión un poco más grande, con los que no viajan ahora.
–Si termina el aislamiento… ¿Cómo hacés para viajar sin vuelos comerciales y en cuarentena?
–Hay algunos vuelos comerciales, no muchos, hay que hacer alguna escala pero se puede llegar. Y con el pasaporte de la Comunidad Europea podés entrar al país. Me voy a quedar un mes. Estoy tan ansiosa por irme que tengo las maletas preparadas.
–De Cantando dijiste “cómo se nota que me extrañan”: ¿realmente no querías volver en un repechaje? ¿Por qué?
–La verdad no volvería, porque pienso que le dieron un enfoque muy para redes sociales, empezando por que la votación es por Internet y ya ahí se acota mucho el público, que quizás no es cien por ciento el mismo que el que está mirando la tele. Hay mucha gente que me quería votar y no sabía cómo… ¡por ejemplo, mi mamá! Así que me mandaron a la votación del público con alguien como Agustín Sierra, que además de actor es influencer, y tiene un tipo de seguidor que se gasta los dedos sin parar. Y aprovecho para decirlo acá, porque no dije esto: me quedo contenta porque todos mis seguidores y hasta Ángel (De Brito) quieren que vuelva. Por algo será.
–¿Sentís que no te valoraron o que te lo hicieron pasar mal?
–Aunque el jurado me dijo cosas que no me gustaron mucho, siempre lo sentí con respeto. Lo pasé bien y me divertí, me tocó un equipo hermoso como Manu Victoria, mi cantante, y Carlix Zabala, el coach. Lo que me llevo es que conocí a Karina La Princesita, que quizás no la conocía tanto y ahora pronto vamos a hacer un karaoke juntas.
–¿Te pagaron “para aprender” como dijo Nacha? También te dijo que “no tenías oído ni para cantar el Arroz con leche“. ¿Te dolió?
–Es verdad que pude aprender mientras me estaban pagando, pero uno en cualquier trabajo también aprende y hay alguien que lo guía. Lo tomo como parte del juego y no como soberbia. Igual yo creo que tengo oído pero quizás no se notó por los nervios del vivo. Es muy difícil cantar ahí delante de todos, pero me divertí.
–¿Por qué creés que después de que todos los medios te hayamos cuidado, Yanina Latorre salió a ventilar algo que elegías no contar?
–La verdad sigo sin entender por qué Yanina hizo algo así. No sólo me expuso a mí, sino a una familia. Me sorprende de parte de ella, que debería sentir un poco de empatía teniendo en cuenta lo que le pasó a ella y cómo sufrieron sus hijos. Yo sin ser madre, al verla emocionarse por su hija cuando habló en PH pude ponerme en su lugar. Me sorprende cómo fue que dijo todo eso en TV. No sólo fue lo que dijo, sino cómo lo dijo y la cantidad de detalles que dio.
–Y después ella no reaccionó distinto...
–Sigue insistiendo en meterse en mi vida. Yo puedo entender que alguien se equivoque o no mida las consecuencias de sus dichos, pero no acepto que no me haya pedido disculpas al darse cuenta de que me expuso.
–¿Qué es lo que más te dolió de ese episodio en el que te obligó a salir del closet?
–Me di cuenta de cuántos pasan por eso. Recibí miles de mensajes de personas apoyándome y contándome sus experiencias. Lamento mucho que en el 2020 la gente siga pasándola mal por su elección sexual.
–¿Sentís que fue hipócrita de su parte que pidiera respeto y privacidad cuando vivió un episodio con su marido?
–Creo que es la vorágine de estar contando cosas, criticando y hablando mal de todo el mundo. Es lo que yo veo que hace, tanto en sus redes como en la tele. Creo que ella lo pasó mal y no le deseo eso a nadie. Me da mucha lástima que alguien con esa actitud tenga tantos seguidores. Es un reflejo de una parte de la sociedad que tiene mucha bronca, está enojada, se siente mal y disfruta de hacer sentir mal a otras personas.
–¿Sentís que el hecho de que tu familia sea conservadora y religiosa influyó para que tuviera una mirada más prejuiciosa?
–Sí, mi familia es muy conservadora... Mi hermana tiene una escuelita, que se llama Escuela Dominical, donde predican y ayudan a los niños que no tienen dónde comer. Creo que eso, y la diferencia generacional, hacen el resto respecto de los prejuicios.
–Vos también sos muy religiosa, ¿Dios ama sin restricciones, ames a quien ames?
–Sí, soy muy creyente. Creo mucho en Dios, tengo mucha fe en Él y sí, siento que ama sin restricciones.
–¿Pudiste revertir eso de que te sacaran del chat familiar, algo que comentaste que te había dolido mucho?
–Sí, me dolió... Pero no es la primera vez que me pasa. Yo tengo dos hermanos y dos hermanas con los que tuve muchas diferencias. Una de ellas fue la que armó el grupo y por eso me eliminó, pero con mis padres siempre estuvo todo bien. Desde que me vine a vivir sola a Buenos Aires con 17 años sentí que no me apoyaban, porque ellos siguieron otros caminos en Córdoba, quizás más tradicionales. La idea de que yo estuviera acá siendo modelo, a la mayoría no le gustaba.
–Te convertiste en referente e ícono de la comunidad LGBTQI+ y sentiste su apoyo en redes... Hasta te llamaron para solidarizarse. ¿Te sentiste abrazada, contenida?
–Sí, recibí miles de mensajes. Me alegra que la gente se apoye entre sí al pasar momentos difíciles. Con esto veo una mirada distinta de la sociedad.
–¿Por qué sigue costando la idea de respetar que el amor no tenga género? Vos bien lo dijiste: “Mi corazón no tiene GPS”.
–Sí, varias veces dije esa frase. Nadie elige de quién enamorarse; el que quiere elegir, fracasa. Ya en el 2020 me parece que todos deben sentirse libres de amar a quien sientan. Mi familia es muy conservadora. Mi hermana tiene una escuelita, que se llama Escuela Dominical, donde predican y ayudan a los niños que no tienen dónde comer. Yo también soy muy creyente. Tengo mucha fe en Dios y siento que él ama sin restricciones, ames a quien ames derecho a la privacidad y elegir contarlo o no. Y algo más que es vintage: buscar siempre ponerles etiquetas a las relaciones. Me parece que eso ya no va.
–A veces, la manera en que uno elige contar las cosas no refleja exactamente cómo elige vivir su vida privada. ¿Qué otra cosa te provocó lo que hizo Latorre?
–Me permitió ver que hay mucha gente sufriendo por personas que las exponen y no respetan su privacidad. En mi caso no siento que me liberó ni que me limitó, sino simplemente que me expuso y nos hizo pasar un mal momento a muchas personas.
–¿Cómo elegís describir tu relación con Flor Parise y qué te hubiera gustado decir a vos primero?
–Tenemos un vínculo muy lindo. La conocí por Paz Cornú, a quien le tengo mucho cariño aunque ya no seamos amigas. Hace tres años que nos conocimos y nos volvimos inseparables, compañeras de vida. Compartimos muchos viajes en poco tiempo y pasamos casi todo el tiempo juntas.
–Más allá de que no te gusten las etiquetas, ¿te considerarías bisexual?
–Me considero una persona que puede admirar la belleza tanto de los hombres como de las mujeres.
–¿Qué tipo de hombres/mujeres te atraen y por qué?
–No podría definir un estereotipo, pero lo que me atrae es la personalidad y por sobre todo el corazón. Podría decir que me atrae alguien bueno e inteligente.
–¿Creés en la monogamia o el poliamor es una opción posible para vincularte?
–Creo en la monogamia y pienso que eso se da solo, sin que nadie tenga que obligar a otra persona. Eso sale de uno o no. Yo en mis relaciones siempre fui fiel, porque así lo sentí. Por ahora no se dio. Me parece súper válida la idea del poliamor si las personas en la relación están de acuerdo y nadie sale lastimado. Pero no va con mi forma de ser. No podría tener una relación en la que mi pareja también tenga una relación con otra persona, porque soy celosa.
Con la exposición de Yanina Latorre me di cuenta de cuántos pasan por esto. Recibí miles de mensajes de personas apoyándome y contándome sus experiencias. Lamento mucho que en el 2020 la gente siga pasándola mal por su elección sexual,
Yanina Latorre sigue insistiendo en meterse en mi vida. Yo puedo entender que alguien se equivoque o no mida las consecuencias de sus dichos, pero lo que no acepto es que no me haya pedido disculpas al darse cuenta de que me expuso.