En 2014, Florencia Peña (43) y Ramiro Ponce De León (43) llevaban un año de pareja. Hasta entonces, el acuerdo de "amor con desapego" había funcionado individualmente. Pero entonces decidieron vacacionar en las playas de Ibiza. El clima, la movida y la distancia, los animaron a más. En la última entrevista de tapa de revista GENTE, la actriz revela detalles hilarantes de la noche en la se animaron a incorporar a otra persona en su intimidad.
"Fue desopilante", dice Flor. "Estábamos en una de esas fiestas playeras que duran años. Y notamos que la chica de la barra nos había tirado onda. Le digo a Ramiro ´Dale, encará vos´. ´¡No, vos!´, me dice. ´Ay, Ramiro…¡voy yo!´. Entonces me mandé, así muy envalentonada: ´Hola, ¿todo bien?´, le pregunté a esta señorita. ´Eeeh… ¡¿Me das un gin tonic?!´. Me bloqueé y huí. Rama me dice: "¿Y?". ´Y nada, no me animé. Probá vos.´ Entonces va. Veo que llega al bar, se sienta, pide un trago, hablan. Y hablan. Y hablan. Vuelve. Nada. "¿Vamos los dos?", me pregunta. ´No, pará. ¡Somos dos retardados! Disimulá un toque, bailemos un rato y cuando se va terminando el cachengue, nos acercamos de una´."
Y así pasaron algunas horas. "Cuando el sol de las ocho de la mañana ya nos partía la cabeza, dijimos: ´¡Es el momento!´. Cuando llegamos, habían desmontado todo. ¡No quedaba nadie! Así que terminamos empedados con gin tonic de tanto ir y venir a la barra, frustrados y durmiendo como dos gomas (risas). ¡Pero con el tiempo mejoramos la estrategia, eh!", asegura.
Respecto a qué se siente al ver a la propia pareja en manos de otros, Flor respondió: "Quien no lo practica no lo entendería… Pero sí, al principio puede resultar heavy. Pero la angustia tiene que ver con la solidez de la relación. ¿Vos crees que si el vínculo con Rama no fuese tan fuerte, estos audios que salieron no hubieran hecho estragos? Esos encuentros se dan si hay vibra, energía del momento. Si se da, nos erotiza, y tenemos ganas de jugar, nos divertimos. Pero no es un objetivo ni una finalidad. Porque lo sexual no es la única arista de la vida que nos enamora…"
Luego de las "extorsiones" mediáticas por parte de quien dijera ser "amante" de Ramiro Ponce De León (43) –su pareja desde hace cinco años–, Florencia Peña (43) decidió admitir: "Tenemos una pareja abierta". ¿Pero qué pasaba en casa mientras los paneles debatían sobre este modo de vivir el amor?
"Yo estaba rodando –el film La Panelista– cuando recibí un WhatsApp de Juan (10)", revela Flor en la nota de tapa de la última GENTE. "Me escribió: ´Che, má, ¿Es verdad lo que están diciendo en el programa de Moria (Incorrectas, América)?´. Después habla
mos, mi amor…le dije".
Entonces esa misma noche fue Ramiro quien tomó el guante. "Él, que tiene un gran vínculo con ellos, armó una salida de hombres", cuenta Peña. "Y los llevó a comer hamburguesas para charlar. Fue muy claro: ´Miren chicos –les dijo–, su mamá y yo nos amamos profundamente y tenemos una relación así…´. Entonces Toto (Tomás Otero, 15), después de escucharlo con atención, le respondió: ´A ella se la ve muy bien, y es lo único que me importa´. Tomá", bromea Flor.
"En casa todo se aborda así, hablando. Sin juicios", describe la actriz. "Toto, Juan y yo aprendimos a querernos como somos, sin cuestionar nuestras decisiones. Porque los eduqué en la tolerancia. El único daño que podría hacerles sería ser incoherente con la que vieron y escucharon siempre en casa", relata. "A ver, no son hijos de una oficinista que veranea en enero…¡Son los hijos de Florencia Peña".
Mientras se la coloca en el blanco de las críticas por su desempeño en el jurado de Bailando 2018 (ShowMatch, eltrece), y hasta se especula con su salida del certamen, Florencia Peña (43) reflexiona: "Acepté la propuesta de Marcelo (Tinelli) porque me gusta el rock and roll. Ya había estado en esa pista, y me resultó divertida la idea de tomar el rol de observadora. Pero debo admitir que por momentos me siento un poco extraña".
"Se me pega por no ser filosa, por no enfrentarme con nadie, que me falta maldad. Pero creo que la verdadera conquista se hace en lugares hostiles y a mi me gusta ocupar mi silla proponiendo una línea distinta", agrega Peña.
¿Cuál es esa línea? "La más amorosa. La de ´ey, pará, no hace falta que nos matemos para decirnos qué pensamos´. Por ahí se confunde ser frontal con agresivo. Por ejemplo, cuando frené a Mica Viciconte, en su enfrentamiento con Laurita Fernández, no lo hice tomando postura. No me importa, que arreglen sus asuntos en camarines. Sólo señalé que no necesitaba tener ese tono con otra mujer, que podía hablar con traquilidad", cuenta.
"La gente ya tiene bastante agresión en sus vidas como para subirle los decibeles desde la pantalla. Bastante disconforme está la sociedad, irascible…Pero si quienes tienen nuestras vidas en sus manos se pelean como vedetongos, ¿qué podemos esperar por aquí abajo?"
"Quienes me critican, ¿qué esperan de mi? Yo no voy a atacar ni a provocar a la gente desde su intimidad. No soy ni seré así".
¿Cuánto durará en la tele de hoy yendo por la senda amorosa? Flor responde segura: "Y…¿Hasta mañana?" (risas). Pero alguien debe hacerlo. Yo también recibo amor. Lo lamento, pero no puedo ser lo que no soy. No me sale sentarme ahí para actuar una villana".
Por estas horas, allegados a la producción de ShowMatch dan cuenta de la intensión de Carolina Pampita Ardohain de quedarse con la silla de la actriz tras sus sucesivas suplencias. ¿Qué dice Flor respecto a estas versiones? "Pampita y yo somos la antítesis", dispara.
"Además, yo soy quien soy, con o sin Bailando. Con dos películas, una obra de teatro y un proyectazo para 2019, y sentada en la silla que muchos querrían. Por lo tanto, no deja de ser un juego al que llego, hago lo mío y me voy. Entiendo que muchos se enrolen para suplantarnos, porque sé que esa pista es una plataforma de salto profesional. Pero para mi no lo fue ni cuando bailaba".