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Desde muy pequeña soñó con una boda igual a las de las princesas que veía en los cuentos de hadas que le leía su mamá Helena. Y, testaruda, segura y dispuesta a cumplir todos los sueños de aquella inocente y traviesa niña que fue, Victoria Jesús Xipolitakis (31) finalmente pudo protagonizar su propio casamiento de ensueño.
Con el financista Javier Naselli (52) en enero celebraron un año de amor en el mismo lugar en el que se conocieron, en Punta del Este, después de superar el difícil trance de perder un embarazo. Y allí, solos, en la intimidad, sintieron que ese triste episodio los unía aún más y confirmaba un sentimiento que fue creciendo contra todo vaticinio. Por eso secretamente, casi como un pacto más de amor, decidieron que era hora de legalizar una unión que superó todas las barreras. Y rápidamente, y en silencio, Vicky comenzó con los preparativos para su casamiento. “Nos casamos el 5 de febrero, alrededor del mediodía, en el registro civil de Tribeca, a siete cuadras de nuestra casa de Nueva York. Javier me venía pidiendo casamiento desde hace mucho tiempo y después de lo que nos pasó creo que era el momento justo para darle el sí. Eso nos unió mucho más. Así es que viajé a New York lista para casarme. Salí de la Argentina soltera y volveré casada”, cuenta Vicky, hoy ya convertida en la “Señora Naselli”.
Está feliz. Exultante. Siente que por primera vez pudo guardar un secreto tan importante para su vida. Sentía temor que su alegría y ansiedad la traicionaran y la llevaran a revelar sus preparativos. Ni siquiera su familia, sus papás o sus hermanos, sabían nada. “Hoy me siento una mujer plena. Muy feliz. Decidimos hacer algo muy íntimo, para nosotros solitos. Después, ya con el calor de la próxima temporada, vamos a hacer una gran fiesta en Los Hamptons para nuestros amigos. Y también lo haremos en la Argentina…”, explica la bella mujer rubia. Y, casi sin pausas, cuenta cada detalle del momento más feliz de su vida.
“Javier me venía proponiendo casamiento desde hace tiempo. Y acepté su propuesta porque ahora sí me siento muy segura de mis sentimientos y de los de él. Dicen que el café si lo dejás para mañana se enfría. Y a mi no me gusta dejar nada para mañana. Si el amor lo tengo hoy y estoy convencida porque siento que él es mi príncipe, ¿Por qué no me iba a casar?”, asegura muy convencida de haber encontrado al amor de su vida.
“¡Fue una boda mágica. Tuve la boda que siempre soñé..!”, repite para que a nadie le queden dudas.
Fuente:Caras