El denominado mediaticamente ‘Síndrome de diciembre’, ya estresa al 80% de la población laboral, así lo indica un estudio llevado adelante por la Ministerio de Salud de la Nación. Los especialistas coinciden en que las consultas por trastornos de ansiedad se incrementan en estas fechas. En el Hospital Municipal de San Isidro en uno de los pocos del país donde funciona un servicio de estrés: en las últimas semanas, las consultas aumentaron en un 30 por ciento. Silvana Spinelli, psicóloga de Concordia
El último mes del año llega con once meses atrás, situaciones laborales no resueltas, emociones a flor de piel, acumulación de cansancio físico por el trajín de la vida cotidiana y… otras personas en la misma situación. Los especialistas en estrés y ansiedad diagnostican que a esta altura del año las personas claman por vacaciones, muestran síntomas de agotamiento, poca energía para trabajar e irritación. La psicoanalista Cristina Castillo, en tanto, considera: “En diciembre muchos comienzan a acelerar sus ritmos en función de concluir exitosamente todas las actividades, realizar balances personales, consumir objetos con un sesgo de desborde y reunirse con mucha gente para festejar (…) Se suele entrar entonces en una espiral de soluciones mágicas, como organizar más cosas para descansar (reuniones, escapadas), las cuales en realidad generan más situaciones de estrés”, describe. La psicóloga concordiense, Silvana Spinelli, explica: “El estrés es una respuesta automática de nuestro organismo ante diferentes situaciones. Aparece como un sentimiento o tensión fuerte, las respuestas que da el organismo tienen como fin mantener el equilibrio y homeostasis de nuestro ser”. Además agrega: “Actualmente el término ‘estrés’ es de uso corriente, existen diferentes causas que pueden ocasionarlo. Para ello es necesario diferenciar dos tipos de estrés: el Estrés Agudo y el Estrés Crónico: El estrés es un sentimiento normal. Estrés agudo: Este es estrés a corto plazo que desaparece rápidamente. Puede sentirlo cuando presiona los frenos, pelea con su pareja o esquía en una pendiente. Esto le ayuda a controlar las situaciones peligrosas. También ocurre cuando hace algo nuevo o emocionante. Todas las personas sienten estrés agudo en algún momento u otro. Por otro lado, tenemos el Estrés crónico: Este es el estrés que dura por un período de tiempo prolongado. Podés tener estrés crónico si tiene problemas de dinero, un matrimonio infeliz o problemas en el trabajo. Cualquier tipo de estrés que continúa por semanas o meses es estrés crónico. Puede acostumbrarse tanto al estrés crónico que no se de cuenta que es un problema. Si no encuentra maneras de controlar el estrés, este podría causar problemas de salud”.
"Vivimos en una sociedad ansiógena. Tenemos una ansiedad desmedida producto de un estrés sostenido. En diciembre, los estímulos estresantes se incrementan hasta el límite", detalla el doctor Daniel López Rosetti, que preside la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés y coordina el servicio de estrés del hospital de San Isidro. "El estrés es un mecanismo fisiológico que usan todas las especies para salir de situaciones de amenaza. Los humanos, no; los estímulos se encienden, pero no se apagan", explica el doctor Gabriel Flores Ciani, que el viernes pasado coordinó en el Centro Excelencia en Salud Mental un taller sobre cómo manejar la ansiedad para 2016. Los especialistas coinciden en que las consultas por trastornos de ansiedad se incrementan en estas fechas. "La llegada de fines de año nos empuja a correr para terminar con todo lo que planeamos y no hicimos, con los sueños a medio empezar y los proyectos algo encaminados. Malas noticias: si la idea es que en diciembre hay fecha de vencimiento, el balance no va a cerrar. Después del 31, llega el 1° de enero con el mismo empuje y las mismas ganas de siempre. Terminemos el mes de los sobresaltos con lo que se puede y como se puede. No llegaste, no importa", asegura Adriana Ceballos, que es orientadora familiar y directora de la Red Interpadres.
Los especialistas explican que el problema de diciembre es que los distintos tipos de estrés se incrementan. Se sufre estrés emocional, un síndrome conocido como burn out. Además, se suma el social: la proliferación de fiestas y eventos. "A fines de año se llega con una emoción especial y, a la vez, con cansancio. Se produce esa aceleración del calendario que no deja margen a nada. Nuestro fin de año es muy conclusivo: todo tiene que cerrar. Hay pacientes que nos piden ansiolíticos para pasar esta época. Pero no funciona así. El desestresante más efectivo es el «no». Saber decir que no nos evitará muchos problemas", explica López Rosetti.
CONSECUENCIAS FÍSICAS DEL ESTRES “Las consecuencias de estados de estrés prolongados varían en cada persona, afectando los estados emocionales, psíquicos y físicos. Una de las características principales o síntomas es el incremento notable de ansiedad pudiendo generar un cuadro de ansiedad generalizada”, afirma la psicóloga. Los síntomas pueden ser: “Fatiga, insomnio, pérdida de apetito, apatía, angustia, malestar en general, sensación de desgana y desaliento como así también una excesiva hiperactividad, irritabilidad, problemas en el establecimiento de relaciones con el entorno, inasistencias laborales y sociales, palpitaciones, taquicardia, sudoración”. DICIEMBRE AUMENTA EL ESTRES Los especialistas explican que el problema de diciembre es que los distintos tipos de estrés se incrementan. Se sufre estrés emocional, un síndrome conocido como burn out (Agotamiento progresivo). Además, se suma el social: la proliferación de fiestas y eventos. Se llega a fin de año con una emoción especial y, con cansancio. López Rosetti, preside la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés y coordina el servicio de estrés del hospital de San Isidro, consultado por nuestra redacción, cuenta: “Hay pacientes que nos piden ansiolíticos para pasar esta época. Pero no funciona así. El desestresante más efectivo es el ‘no’. Saber decir que no nos evitará muchos problemas”. El profesional de San Isidro cuenta que en ese Hospital Público, funciona uno de los pocos centros de atención para el estrés del país. En estos quince primeros días del último mes del año. “Las consultas sobre la temática aumentaron un 30%”. Mientras que en Concordia, Silvana Spinelli, dice: “En nuestra ciudad como en la mayoría de nuestro país las consultas por estados de estrés crónicos son recurrentes, generalmente asociados a problemáticas socioeconómicas, laborales y familiares”. Además la psicóloga explica: “Las personas contamos con una variedad inmensa de recursos para afrontar estas situaciones de estrés agudo evitando de esta manera la cronicidad. Muchas veces la vivencia traumática genera estados de estrés que no duran más que unos días, en la mayoría de los casos se sugiere la ayuda de un profesional especializado para poder abordar la problemática”. Obligaciones multiplicadas Diciembre se caracteriza por un pico de actividad
Estrés laboral El síndrome de burnout es cada vez más frecuente. Las exigencias laborales hacen que lleguemos a fines de año con un gran nivel de cansancio
Estrés emocional No podemos evitar hacer balances en esta época del año. Los logros, lo que no se alcanzó y las ausencias inclinan la balanza hacia uno u otro lado
Estrés familiar Cada vez los miembros de la familia tienen más actividades que tienen un cierre de ciclo formal al que los demás integrantes tienen que asistir
Estrés social Diciembre es temporada alta de eventos sociales, fiestas, asados o simples encuentros. Lo padecen sobre todo quienes cumplen años en estas fechas, que casi nunca pueden festejarlo
Estrés económico Las fiestas generan un incremento en los gastos que resulta significativo para las familias y que hace que el destino del aguinaldo se convierta zona de litigio
Estrés ambiental El calor estresa. Cuando la temperatura se sostiene por encima de los 27 grados varios días seguidos, la percepción del presente se ve afectada, generando estrés en la población
Estrés electoral Está demostrado que el hecho de vivir un año de elecciones continuadas incrementa el estrés en la sociedad