Habanos de la exclusivísima Cohiba Behike. Vinos Sassicaia, y un Pesquera Reserva 1996, para su colección más selecta. Whisky japonés y hasta una Italian dinner sorpresa con
“burrata, olive alla’ascolana, pepe e olio”, como le gusta. Items a la medida de un bon vivant que, según sus íntimos,
“¡lo tiene todo!”.
Aunque es sabido que para
Marcelo Tinelli (55) el mejor de los regalos siempre es la reunión. Esta es la crónica de un cultor de los afectos que, aun tras los embates de una separación, decidió celebrar su cumpleaños fiel a su modo: sin más artificio que el calor de la familia.
MIERCOLES 1º: DEL GOL A LA SORPRESA. “Así gritamos el gol de Caute (Martín Cauteruccio)
anoche. ¡La barra cuerva del Palco!”, twitteó horas después de la victoria de San Lorenzo sobre Sao Paulo (1-0) por la Libertadores, el pasado primer día de abril, fecha en que el anfitrión por excelencia de la televisión argentina celebraba sus 55 (y 107 el club azulgrana).
La frase fue el epígrafe de una foto que ilustraba la euforia en su palco de la Platea Norte del Nuevo Gasómetro –el más próximo a la hinchada– junto a su hijo Francisco (17) y a su primo El Tirri (46), cómplices de una sorpresa que sucedió a los abrazos de gol en los vestuarios.
Tras el partido, y al típico saludo de
“¡feliz cumpleaños!”, una mesa alla italiana –con la tía Mirta a capotavola– conmovió a Marcelo en el privé del restó tocayo del hotel Intersur, en Recoleta. El compendio de anécdotas con carcajadas, algunos recuerdos sensibleros y tantos mimos de sus hijas –responsables de las tortas–, sus primos de Bolívar y los amigos más cercanos, coronaron la primera de las tres noches que completarían –llamado en interna–
“el gran festejo gitano”.
SANTO JUEVES. “Amo a mis hijos, mi familia y mis amigos. Gracias por la noche hermosa de cumple que me hicieron pasar. Amor absoluto”, publicaba Tinelli en sus redes a instantes de abordar el avión privado en el que, el jueves 2, arribó a Punta del Este en compañía de sus cinco herederos.
Sí, los cinco: fue el primer viaje de Lolo (1) sin su mamá (Guillermina Valdés, 37), quien consideró más que importante la presencia del pequeño en estos días de festejo por pedido de papá.
“Lorenzo, que el 18 de abril cumplirá un año, es genial. Ya camina y hasta balbucea sus primeras palabras. Fue todo un show verlo disfrutar como todos nosotros”, contó el entorno. El mismo que aseguró haber visto a papá
“ahora más entero”, “muy contenido” y
“siempre atento”.
Durante su estadía esteña, Marcelo mantuvo comunicación –
“muy cordial”– con Guillermina (por esas horas de ensayos previos al estreno de Sexo con extraños), de quien se separó a principios de marzo, tras casi dos años de pareja, porque el afecto, aunque distinto, sigue intacto.
“El amor mío por Guillermina siempre está, tanto desde ella como desde mí. No hay terceros en el medio”, anunció Tinelli en tiempos de confirmaciones y descabelladas especulaciones.
“Y además hay un hermoso hijo en el medio, al que tanto Guille como yo amamos con locura”, remató.
Fueron veinticuatro horas de intimidad y puesta a punto de la casa, que luego se convertiría en la meca del reencuentro.
Fuente:GENTE