¿Qué sucede cuando nos enamoramos? ¿Qué es lo que nos atrae de alguien? Y, ¿cómo llegamos a amar? Estas preguntas y muchas más contesta la ciencia del amor.
ETAPA 1
Deseo
Hay factores sorprendentes, y desconocidos, que entran en juego cuando eliges una pareja. Según Fisher, la primera fase del amor (deseo) está guiada por la segregación de hormonas sexuales tanto de hombres como mujeres: estrógenos y testosterona.
Testosterona. Los hombres con niveles más altos de testosterona tienden a practicar más sexo; por su lado, nosotras sentimos mayor deseo sexual alrededor del periodo de ovulación, cuando suben los niveles de testosterona.
Ojos y labios. Los altos niveles de testosterona se correlacionan con el gusto masculino por los rasgos del rostro asociados a la feminidad, como ojos grandes y labios llenos.
Gustos cambiantes. Las mujeres que ovulan prefieren hombres con rasgos masculinos que nos darían hijos más fuertes y sanos, mientras que las mujeres que menstrúan prefieren hombres con rasgos más delicados, vistos como más comprensivos.
5/15. En esta etapa si un chico te toca cinco veces en 15 minutos, está enganchado.
Tu cuerpo. El lenguaje corporal demuestra si existe atracción: ellos juegan con objetos circulares cuando le gustas y nosotras jugamos con el cabello o inclinamos la cabeza. Si él imita tus movimientos está interesado en ti. Si te lames los labios, y el también lo hace, es una señal de deseo.
1 año y medio es el tiempo que le toma a un humano elegir pareja, mientras que los animales tardan minutos.
Con quién está. Un hombre es más deseable si está rodeado de mujeres. Por el contrario, una mujer pierde puntos ante ellos si aparece rodeada de otros hombres.
Besos que delatan. Al besar, vemos, olemos y sentimos al otro. Su saliva tiene torrentes de hormonas que señalan su personalidad. A los hombres les gustan más los besos franceses, ya que a través de ellos miden el grado de fertilidad de la mujer.
Pero para encontrar la pareja ideal, hay un largo camino que recorrer…
ETAPA 2
Amor romántico
La segunda fase es el amor en el sentido clásico de la palabra, que tiene como característica principal la atracción sexual selectiva. En esta etapa el amante sufre una deformación perceptiva; agranda las virtudes e ignora las falencias; las adversidades estimulan la pasión y las separaciones disparan la ansiedad. Y es que el amor incita la segregación de dopamina, un estimulante natural que libera nuestro organismo en situaciones placenteras, como en las relaciones sexuales, cuando comes chocolate o con una droga adictiva. Según Fisher, durante el amor romántico parte del cerebro enloquece y se comporta “como si estuviera bajo los efectos de la cocaína”. “El amor romántico más que una emoción, es un impulso poderoso que viene del motor de la mente, del área responsable de las adicciones”, aclara. Los trabajos de Fisher han comparado esta etapa con un trastorno obsesivo compulsivo debido a los pensamientos repetitivos que nos impiden sacar de la cabeza a la persona amada.
95% del tiempo pensamos en nuestro “amor”.
7 veces se llega a enamorar una persona, en promedio.
Futbol. La persona amada y un gol del equipo favorito activan la misma zona cerebral.
Intenso. La intensidad del amor nos hace actuar de manera extraña. Y es que el amor tiene el hábito de entrometerse en cada aspecto de nuestra vida.
Dieta placentera. Duermes 20% menos, estas más activa y comes menos. Larry Young, otro de los grandes expertos en la ciencia del amor, observa en esta etapa rasgos más parecidos a las adicciones: “exceso de energía, falta de sueño, euforia, ansiedad...”.
12 a 18 meses. “En la mayoría de las especies el ritual de elección de pareja dura minutos u horas, como mucho días o semanas; en los humanos, esa fase temprana de intenso amor romántico puede durar de 12 a 18 meses”, explica Fisher.
2 hormonas claves. La oxitocina y la serotonina son dos aliadas clave de la dopamina, pues se encargan de “estrechar lazos” con el otro en el sentido más primitivo de la cuestión.
Pero el amor romántico no dura más allá de un año o año y medio. Hace falta otro mecanismo que prorrogue los lazos afectivos…
ETAPA 3
Más allá de la pasión
Para que una pareja sobrepase el paso del tiempo y la etapa de amor romántico, entran en juego dos protagonistas: la oxitocina y la vasopresina. Éstas dos hormonas afectan al circuito del placer (o de la recompensa) cerebral. Junto a la dopamina, la vasopresina hace que los sentimientos iniciales de pasión y deseo evolucionen hacia una fase más sosegada, donde prima la unión emocional y la estabilización del sentimiento, lo que tiene que ver con una cuestión evolutiva. Para poder criar a los hijos y asegurar la persistencia de la especie, es necesario que la lujuria y el amor romántico den paso a una situación más estable.
25 años es la edad promedio en la que la mujer se casa.
El rol de la suegra. Si tú y tu suegra se parecen, hay una gran posibilidad que la relación funcione. Los hombres son más propensos a estar con mujeres que tienen una estructura ósea similar a la de sus madres. Y es que los rostros que nos atraen en la adultez son determinados en la infancia.
90% de nosotros se casará o al menos intentará.
Divorcio. Mientras más tarde te casas, más baja es la probabilidad de divorcio.
Infidelidad. Los hombres exitosos son 77% más probables a tener una aventura. Sólo 3% deja a su pareja.
37% de las parejas casadas por más de 40 años siguen enamoradas.
Pasión eterna. Un reciente experimento de la Universidad de Santa Barbara, realizado con parejas mayores que seguían enamoradas como el primer día, demostró que sus niveles de dopamina eran similares a los de los recién enamorados. Y aunque este fenómeno parece ocurrir sólo en pocos, existe una trampita para aumentar la dopamina: “Hacer cosas nuevas con tu pareja o realizar juntos cualquier actividad placentera puede desencadenar sentimientos de romanticismo y despertar la pasión”, aconseja Fisher. 
