El internet es una especie de mente colectiva a través de la cual es posible detectar el estado de ánimo de una nación entera. Esta “mente colectiva” de datos está siendo minada por diferentes compañías e investigadores para conocer las tendencias que seguirá un producto o un mercado en el futuro.
El científico Johan Bollen de la Universidad de Indiana ha desarrollado un algoritmo que mide el contenido emocional de los tweets, lo cual luego relaciona con los eventos del día. Cuando Boller analizó la información recolectada en el otoño y el invierno del 2008, descubrió que el estado de ánimo colectivo de los usuarios de Twitter en Estados Unidos correspondió a eventos nacionales (la felicidad subió en el Día de Acción de Gracias, por ejemplo).
Bollen encontró otra correlación. Cuando comparó tendencias en el estado de ánimo de la nación con movimientos en el Dow Jones, notó que los cambios en uno de los siete componentes que mide su algoritmo, la ansiedad, predijeron cambios en el índice del precio de las acciones. Picos en el nivel de ansiedad fueron seguidos, alrededor de tres días después, por caídas en el precio de las acciones. Aunque no se sabe del todo por qué sucede esto, una explicación posible es que la caída de las acciones fue causada por la tendencia de los corredores de abandonar posiciones de riesgo cuando surgieron los sentimientos de ansiedad.
La idea de utililar datos del Internet para realizar mediciones en tiempo real de las emociones y preferencias de los internautas no es nueva. Hal Varian, de Google, encontró en el 2009 que picos y valles en el volumen de búsquedas en Google de ciertos productos, como automóviles o días de vacaciones, precedieron fluctuaciones en las ventas de esos productos. Otros investigadores han encontrado una relación entre las menciones en Twitter de un candidato y su resultado electoral.
El fondo de inversión londinense Derwent Capital Markets ha obtenido la licencia del algoritmo de Bollen, con el cual intentará ayudar a sus inversionistas en los siguientes meses. WiseWindow, una compañía de marketing de California, usa la actividad en los social media para pronosticar la demanda de ciertos productos. Uno de sus clientes es Paramount Pictures.
Uno de los retos de utilizar las redes sociales y los blogs para detectar estados de ánimo colectivos o las posibles respuestas que recibirán un producto es hacer que las computadoras sean capaces de reconocer el contenido emocional y distinguir el sarcasmo y los juegos de palabras. Algoritmos como el de Bollen son cada vez más capaces de leer la información de cientos de millones de personas que comparten extensamente su información privada sin percatarse ni inmutarse porque ésta sea minada por compañías de marketing.
Fuente: economist.com
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