Arranca tinelli: Escribe la enana Feudale

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Sentir…que es un soplo la vida, que 20 años no es nada…canta Carlitos, y la verdad se siente como eso: 20 temporadas y 19 años en un mismo programa de tele, cosa poco común en nuestro país. Y tampoco estamos hablando de un programa que como producto sea algo  común: te guste o no….te lo dije. Si hago rewind se entrecruzan, nombres propios, lugares, viajes, sonidos, cortinas musicales, amigos y sobre todo una profunda sensación de haberla pasado bien y a pleno. Un sinfín de sensaciones difíciles de definir, porque se trata de un “laburo”, pero un laburo que se acompasó con mi propia vida y le otorgó características especiales, quiza por ese sueño infantil que no viene al caso contar. Pero como quiera que fuese, desde hace 20 temporadas soy platea preferencial de un programa conducido por el que para muchos es “Tinelli”, y para mi, el flaco, Marcelo Hugo, el astro, el uno, apelativos cariñosos que se ha ido ganando entre los que laburamos con él. Un incansable jefe, que no pierde las ganas de pararse frente a las cámaras de la tele, porque adora descubrir cada año que ese medio lo seduce, y es seducido por él. Hoy se convierte en un día de emociones mezcladas. Y la temporada 20, año 19, que suena a Historia Antigua para unos, y a Contemporánea para otros, tiene rasgos que merecen ser contados. Cuestiones que para muchos son intrigas pero que para mi se han convertido en certezas. Cada año al llegar esta fecha, sé que Buenos Aires se llenará de innumerables carteles que nos tiran la media sonrisa del flaco desde los carteles callejeros o de las lunetas de los colectivos. Un aire distendido para el hombre que hace más de 2 meses puso en funcionamiento su maquinaria para llegar a este día. Todavía no he vuelto a Ideas del Sur desde el mes de diciembre y aunque llegue a las 22 hs para hacer el programa, imagino, intuyo todo lo que alli esta sucediendo. Es una fábrica que lenta y pesadamente ha puesto en movimiento y hoy es una locomotora que tira y tira para adelante, una fábrica de fantasías que a algunos los deleita y a otros los espanta. Pero es eso: sólo la tele. En esa maraña de gente  que pulula por entre los 4 pisos en función de un solo programa no faltan extras, bailarines, técnicos, famosos, productores, figurettis, langas, chicas bonitas, reunidos en el Bar de Ideas que se convierte en una réplica a escala reducida de lo que sucede en todas partes. Hay ganas de salir al aire, hay ganas de estar en la cancha nuevamente, hay expectativa, hay equipo!!!!. En el fondo del edificio, rodeada de inmensos percheros con todo tipo de ropa y trajes diseñados para otras ediciones del Bailando,  Lana Ferrando con su equipo de vestuaristas y costureras le da los últimos toques a la prenda de alguna conocida sobre su propio cuerpo, mientras mi querida Licha pega pacientemente lentejuela por lentejuela en un minimo retazo de tela destinado a brillar sobre el cuerpo de alguna distinguida bailarina. Lana comanda la tropa de vestuario, una tropa que incluso como todos los años, serruchará horas de sueño en pos de un diseño en particular. Rodeados de pequeñas perlitas, rollos de tela, miles de cinturones, lentejuelas, le ponen encanta a cada ritmo, mediante horas de laburo. Una segunda tropa la comandan Gabry Romero y Celeste Uria, que poniendo el detalle del make up, cubrirán las imperfecciones y resaltarán las “perfecciones” de aquellos rostros participantes. El Cuba, y su equipo, rematan la preparación con torres de peinados y postizos que sólo ellos pueden crear. La tropa principal, la que definitivamente hara el cóctel y lo pondrá al aire, la manejan el Chato Prada y Fede Hoppe, gente que a esta altura de la noche deben tener la cabeza llenas de palabras, que han corrido durante estos meses buscando los detalles de la escenografia deseada,  persiguiendo a los famosos deseados para que digan que sí, poniendo en orden quién cumplirá con cada uno de los roles del programa, qué productor se dedicará a atender a cual estrella. No estoy alli, pero sé lo que está pasando ahora. Todos los productores y productoras con Handy en mano organizan los tiempos de cada rutina e incluso el valetparking que se encarga de nuestros autos. Las instalaciones  empiezan a latir, el hormiguero esta en plena tarea…los arneses preparados en el techo sobre la parrilla de luces, monitores, cableados, leds, sonidos, cortinas, bailarines, acróbatas, artistas, centenares de mínimos detalles que son los preparativos para que la imagen finalmente explote en la pantalla, y como si fuera poco este año en HD. Hay ruido, mucho murmullo, hay sonidos, pruebas de último momento, risas, porque la tropa entera de Showmatch hace muchos años que se apasiona con el programa, muchas horas de laburo para poner al aire el programa más exitoso de la tele. Como él mismo lo dice, nuevamente Marcelo pondrá a su intuición al frente del programa y con su particular estilo que le permite tener una visión de 360° rescatará desconocidos personajes que en el devenir del año se convertirán en éxito. Entre todos los presentes, habrá algunos próximos “famosos”. Seguro que la intuición no le fallará….señoras y señores, ya estoy nuevamente a bordo de “La Nave”….se escucha el grito…..AIREEEEEEEEEEEE……. “BUENAS NOCHES….AMERICAAAAAA”.