Prince Michael, Paris y Blanket están acostumbrados a vivir escondidos. Su padre nunca quiso exponerlos a la sociedad y ninguno de los tres ha asistido, por ejemplo, nunca al colegio.
Pero, tras la muerte de Michael Jackson, al parecer les ha llegado la hora de abrirse al mundo: su abuela paterna, Katherine, que después de morir el cantante se quedó con la custodia de los niños, ha contado que quiere darles a los niños una crianza "más convencional", un poco menos estricta, pero sin dejar la forma en que Michael los estaba educando, confesó la madre del fallecido rey del pop en una entrevista del británico Mail on Sunday. Además agregó "no tienen amigos. No van al colegio. Reciben clases privadas en casa. Así que comenzarán a asistir a una escuela privada en septiembre por primera vez".
Y, a pesar de que ha pasado ya un año desde la inesperada muerte de Michael Jackson, el 25 de junio pasado a raíz de
unsupuesto ataque al corazón, y de que los niños han dado muestras de estar recuperándose cada vez mejor, su abuela descarta que algún día sus tres nietos puedan vivir una vida normal.
Según Katherine, Prince, de 13 años, Paris, de 12, y Blanket, de ocho, han vivido este último tiempo profundamente afectados por la ausencia de su padre. De hecho, ha reconocido que su nieta, Paris, ha construido un santuario en su habitación en donde venera a Jacko día y noche. 
