Richard Stallman creó el Proyecto GNU (1983) y luego la Fundación por el Software Libre (FSF, 1985); las organizaciones encargadas de promover los aspectos técnicos y filosófico-legales, respectivamente, de sus ideas. Con el abrigo de las dos emergió una nueva generación de software calificado como libre en términos de su valor económico y, sobre todo, social. Y es que el Software Libre, aduce la FSF, no sólo es gratuito, además esun bien común tecnológico sobre el que es posible obtener y generar conocimiento para todos.
Recordemos que en inglés Software Libre es Free Software, con la doble connotación del término free, que equivale a “gratis”, pero también a “libre”. Muchos se preguntan ¿qué hace que un software sea libre en los términos que sugieren Stallman y la FSF? La respuesta está en la aplicación de una licencia de software expresamente diseñada para preservar los principios que hagan del software un artefacto tecnológico libre. Esa licencia es la GPL (la Licencia Publica General del Proyecto GNU), publicada en 1989, y de la que a la fecha existen varias versiones.
Quien distribuya software con licencia GPL, ofrece estas cuatro libertades, numeradas a partir del cero, como suele ocurrir con cierto código fuente:
0. La libertad para ejecutar el software para cualquier propósito.
1. La libertad para estudiar el software accediendo a los algoritmos y su implementación.
2. La libertad para distribuir (i.e., copiar y compartir) el software.
3. La libertad para mejorar el software y publicar versiones modificadas del mismo.
Cada una de esas libertades está limitada únicamente por el hecho de que deben de preservarse intactas cada una de ellas para todos los usuarios. Esto es de particular importancia para el caso cuando el software sea modificado con la intención de redistribuirlo.
Es muy importante observar que todo software libre con licencia GPL produce también software libre GPL a partir de él.
De modo tal que con esta licencia no existe vuelta atrás una vez publicada junto al software; razón por la que algunos dicen que la GPL es una licencia vírica. En cambio, el software privado puede llegar a liberarse, en etapas o en un solo paso, hasta convertirse en GPL, o de dominio público incluso.
La licencia GPL es también conocida por ser una licencia Copyleft (quizá la primera), un concepto antagónico del Copyright.
Los valores libertarios detrás del Copyleft ofrecido por la GPL pueden rastrearse históricamente a principios de los años 70 con la Principia Discordia de Greg Hill y Kerry Thornley, donde promovían el uso del término “Kopyleft” y la frase “All Rites Reversed”, como parodias del Copyright, al tiempo que animaban a sus lectores a “reimprimir aquello que les guste”. Todo esto enmarcado por el gran ánimo contracultural típico de aquella época; una herencia ideológica bien recibida por Stallman.
A la licencia GPL le acompañan otras de espíritu semejante, e.g., Apache, BSD, Artistic, MIT. Cada una de ellas representa un punto de vista distinto (filosófico y técnico) sobre lo que significa hacer software libre. Por ejemplo, la licencia BSD incluye una cláusula que solicita el reconocimiento de los autores originales del software, por lo demás éste puede considerarse de “dominio público”. El problema con esas licencias, argumenta Stallman, es que no evitan el abuso del software por parte de particulares.