Se llama Treehotel (Hotel del árbol) y se encuentra en Harads, Suecia, muy cerca del Círculo Polar Ártico. Sus habitaciones se hallan ubicadas literalmente en los árboles. Diseñados por varios arquitectos, hay un cuarto que se distingue por una característica inusual: se mimetiza con el paisaje. En otras palabras, es invisible.
¿Como es? Se trata de una casita cúbica cubierta de espejos de cuatro metros de alto por otros tanto de ancho, que se confunde con el paisaje. Uno ve esta habitación y no puede dejar de preguntarse “¿cuántos pájaros se van a llevar por delante este pedazo de vidrio invisible?”.
Es realmente impresionante.
Ninguno, según el dueño del hotel, quien explicó que hay una “película infrarroja” que cubre la casita. Nosotros no la vemos, pero las aves sí.
Decían que era imposible construirlo, pero lo hicieron. Y la idea es poder disfrutar del bosque, aunque sin dañarlo, y también buscando ahorrar agua y energía.
Hasta el momento, se han inaugurado cuatro habitaciones de un total de seis. Una de las más curiosas es esta casita cubierta de espejos, que se mimetiza con el paisaje. Se trata de un cubo de cuatro metros de alto por cuatro metros de ancho.
Aunque en invierno la temperatura puede llegar a los 30 grados bajo cero, el Treehotel no cierra durante la temporada invernal. El piso radiante de los cuartos se encarga de calefaccionar las habitaciones que están equipadas con toilets eléctricos a incineración.
Eso sí, ten en cuenta, si estás pensando en darte una vuelta por el hotel, que cada habitación se encuentra de 4 a 6 metros del suelo y que cada noche cuesta unos 470 dólares.
Muchos se preguntan si su invisibilidad no representa un peligro para los pájaros, pero, según explicó el dueño del hotel, la superficie de la casa está cubierta de una película infrarroja que, aunque los seres humanos no la podamos ver, sí la detectan las aves.
La idea de los creadores del hotel fue buscar una manera de apreciar el bosque sin dañarlo. Todos los materiales utilizados en su construcción provienen de fuentes sostenibles y los sistemas sanitarios buscan ahorrar agua y energía.
Desde las habitaciones se puede observar el paisaje de esta localidad del norte de Suecia. En esta región del país, cuando llega el invierno, la temperatura puede alcanzar los 30º bajo cero. De todos modos, el hotel estará abierto durante la temporada invernal.
La cabina es otra de las habitaciones del Treehotel. El énfasis de este diseño está puesto en la vista. Desde allí se puede observar el atardecer sobre el río Lule.
Cada casita está elevada a entre cuatro y seis metros del suelo.
