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Bizarro es poco. Vergonzoso, no alcanza. Ridículo queda poco.
Pero el resultado de una discusión entre dos impresentables, tontos y grasas no puede ser otro.
El nuevo mediático
Leo Travaglio, testaferro de la disco
Esperanto y que busca fama mandando al frente con nombre y apellido a todas las minas con las que salió.
En un móvil desde el teatro de la calle Corrientes, donde presenta su obra "
Fortuna", estaba
Ricardo Fort. Estos dos bobos antes eran amigos y ahora están peleados. Y el esperado cruce entre ambos se produjo, pese a que los dos dijeron no querer hablar con el otro.
Fort:_"A Esperanto no voy más. El jueves fue la última vez. Este muchacho Travaglio quiere fama a costa mía y dijo que fui para pedirle disculpas. ¿Disculpas de qué? Encima dijo que él es el dueño del boliche y que yo pedí que no estuviera. ¿Cómo voy a pedir que no esté el dueño del boliche? Y en todo caso, él dueño no es él, es un español", disparó Fort. Y agregó: "No quiero hablar con él, si él habla yo me levanto y me voy".
Travaglio: _"Yo tampoco quiero hablar con él".
Pero como dos incoherentes que son, no tardaron ni un minuto en ponerse a discutir.
Fort: _"Las chicas que estuvieron conmigo me recuerdan bien. No como a Travaglio, que sus chicas tienen un muy pequeño recuerdo de él", dijo, haciendo una seña de pequeño tamaño con sus dedos pulgar e índice.
Travaglio: _ "¿Así que yo tengo un tamaño pequeño? Preguntale a las mujeres que te rodean...
Fort: _ "Sí, ellas me contaron. Muuuuuy pequeño recuerdo les dejaste".
Travaglio: _ "Vos decís eso porque te habrás quedado con ganas de conocerla"...
Fort: _ "No, querido. ¿Para qué quiero conocer algo tan pequeño?"
Travaglio: _ "O sea que a vos te gustan las grandes..."
Fort: _ "Por supuesto, querido..."
¿Algo más que agregar? Esto se vio y se escuchó en la tele, aunque cueste creerlo.
Un buen debate para que conduzcan Víctor Hugo Morales y Nélson Castro, ¿no?