Un año más, el txupinazo ha desatado la alienación, dando inicio a las tan esperadas y deseadas celebraciones de San Fermín para los españoles.
Son, 9 días y 204 horas de fiesta en Pamplona/Iruña. Mañana, a las 08:00, tendrá lugar el primer encierro con toros de la Ganadería Peñajara, en la plaza miles de personas se juntan para seguir el inicio de las fiestas.
Acá me detengo, porque aún no comprendo ¿dónde está la diversión de soltar toros encerrados a la calle, en un clima es de caos, donde miles de personas participan de las corridas, exponiendo su vida y la del animal?
No es hora de dejar atrás estas crueles costumbres, donde la atracción termina siendo la “sangre”.
España es un país bellísimo, lleno de historia, de ciudades mágicas y de hábitos por eso se me vuelve irracional esta fiesta a igual que las corridas de toros.
Eso sí este año prohibieron el uso de vuvuzelas… ¿estamos tan mal de la cabeza? Que decimos si a la muerte no al ruido.
No se puede seguir festejando el txupinazo con las clásicas comparsa de gigantes y cabezudos, el grito de "Pamplonesas, pamploneses, Viva San Fermín! Iruñatarrak, Gora San Fermín!", y todos los demás actos sin corridas.
¿Esto es digno?