Electroingeniería y los gremios suenan como compradores del diario Crítica

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Según fuentes sindicales, no será el líder de la CGT quien se meta en el negocio, sino el titular del gremio de los choferes de Taxi, Omar Viviani, un hombre muy cercano al camionero. Bajo el nombre de “Crítica de los trabajadores”, periodistas, fotógrafos y diseñadores elaboraron el diario de 40 páginas, donde además de las notas habituales en un matutino, explican el conflicto y cuentan cómo se vive desde adentro. Se mandó a imprimir a la Gráfica Patricios, una empresa recuperada, y se consiguieron varios avisos para pagar la impresión y financiar el fondo de huelga de los trabajadores. “Para que 190 familias no queden en la calle", dice el título principal del diario, junto a una foto que muestra a periodistas y reporteros gráficos protestando en Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada. "Crítica de la Argentina no sale a la calle desde hace más de un mes. En el Día del Periodista, los trabajadores publicamos esta edición especial y alzamos la voz contra el vaciamiento patronal. Porque, mientras se debate la Ley de Medios, la desaparición de un diario sería una mala noticia para todos", explican en la bajada. El conflicto El conflicto estalló a principio de año cuando los trabajadores negociaban con la empresa una recomposición salarial -discusión que venía Papel 2.0 venía posponiendo desde marzo de 2009- pero se agravó cuando no les pagaron el sueldo de abril. Los trabajadores, que venían haciendo huelgas parciales y sacaban el diario con una redacción de emergencia, decidieron hacer paro total –editores y personal jerárquico incluido- y dejar de escribir el matutino. A mediados de mayo la empresa hizo una asamblea extraordinaria de accionistas, donde se esperaba que decidieran sobre el ingreso de un posible inversor que inyectara el dinero para pagar los salarios y mantener en pie la redacción, pero al salir de la reunión, a través de un comunicado, la compañía les informó a los trabajadores que haría una convocatoria de acreedores. A partir de ese día, los periodistas permanecen en los puestos de trabajo las 24 horas del día en Maipú 271. A partir del día siguiente el Ministerio de Trabajo incluyó a los trabajadores en el sistema de crisis, por el que cobran unos $600 mensuales y en la última reunión con Carlos Tomada, el funcionario kirchnerista les prometió que el Estado iba a aprsurar los trámites para pagarle la pauta oficial que le estaba debiendo al diario, comprometiéndose a garantizar que esa plata fuera para pagar los sueldos de los 190 empleados. Lo cierto es que las promesas por ahora sólo quedaron en palabras bienintencionadas, y que mientras los periodistas, fotógrafos y diseñadores esperan por sus salarios y se mantienen en la redacción para defender los puestos de trabajo, las empresas de telefónica e internet comienzan a dar de baja sus servicios por falta de pago desde el año pasado, situación extraña. Hasta abril Papel 2.0 mantenía, al menos en apariencia, la idea de seguir adelante con Crítica de la Argentina y continuaba tomando empleados para engrosar la redacción.