La historia de la narco modelo

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La hermosa modelo colombiana, acusada de liderar una peligrosa banda de narcotraficantes, fue detenida en la calle Paraguay al 3357, en la intersección con Coronel Díaz. La joven será trasladada al penal de Ezeiza y mañana será indagada por su supuesta participación en una banda que se dedicaba a exportar droga desde la Argentina a España a través de modelos. La modelo de 30 años, se encuentra en la Argentina desde diciembre pasado, proveniente del Distrito Federal de México. Tenía un pedido de captura nacional e internacional por seis procesamientos firmados por el juez en lo Penal y Económico Marcelo Aguinsky. La ex reina del Café en Colombia está acusada de pretender montar en el país una organización narco integrada por modelos que no llamaran demasiado la atención para trasladar droga a Europa mediante una vía aérea que pasara por Cancún. La colombiana, quien realizó varias campañas publicitarias es la ex esposa de un peligroso narco mexicano apodado “El Monstruo” y desde hace un tiempo decidió continuar con el negocio de quien fue su marido. Su estadía en el país se descubrió cuando ella (carente de inteligencia) subió a su facebook fotos en las que aparecía en diferentes lugares de la Argentina y que fueron tomadas después de pedirse su captura, obviamente después de esto fue más fácil encontrarla. Cuando llego al país vino con un perro de raza pomerania, que fue clave para identificarla. La banda que lideraba empezó a ser desbaratada el 13 de diciembre, cuando fue detenida por la Policía de Seguridad Aeroportuaria una joven de 21 años que intentaba transportar una valija con 55 kilos de cocaína en el aeropuerto de Ezeiza. Posteriormente, fueron apresadas tres personas más y luego detuvieron al modelo Nicolás G., quien había iniciado una relación amorosa con la jefa de la organización. La idea de Sanclemente Valencia era que cada 24 horas una modelo viajara con una valija de cocaína a Cancún y por cada traslado pagaba cinco mil dólares. El encargado de reclutar a las jóvenes, quienes debían ser bellas pero no llamativas, era Ariel L., otro joven que hacía propagandas publicitarias, quien también está procesado. En pocas palabras toda una “banda de belleza, droga y traición”