¿Qué tienen en común neumáticos, disyuntores, bulones, equipos de aire acondicionado, indumentaria, pisos flotantes, bisagras, ruedas, ventiladores y cubiertos de acero inoxidable? Que forman parte de la larga lista de productos "duros de importar", debido a la aplicación de barreras comerciales de distinto tipo por parte de la administración Kirchner.
Esas medidas tienen distintas características: pueden ser formales, avaladas por la Organización Mundial de Comercio (OMC), como las licencias no automáticas; administrativas, como la imposición de nuevos requisitos burocráticos aduaneros, o simplemente verbales, como las que aplica el polémico secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Según cómo se haga la cuenta, el número de bienes cuya importación está restringida o directamente prohibida va desde los 500 hasta varios miles. Y no sólo alcanza a los alimentos.
Los países más afectados por estos obstáculos son, paradójicamente, los principales socios comerciales del país: China, Brasil y la Unión Europea (UE). Y también los consumidores y usuarios que ya no los encuentran en las góndolas, cuando se trata de bienes de consumo. La situación se volvió más tensa porque, después de un 2009 en crisis, cuando las importaciones cayeron el 40%, este año están subiendo al 50 por ciento, según los datos difundidos los dos últimos meses por el Indec.
Hay más de 24.000 productos en esta situación. Si el valor criterio estuviera bien fijado con respecto al valor real de los productos, no sería un inconveniente. El problema es que muchos de esos valores fueron fijados antes de la crisis global, que impactó mucho en los precios relativos. La verdad es que la Aduana no tiene capacidad técnica para ir revisando esos valores.
(Fuente:lanacion)