EntreFilete Noticias: «Nuestro regalo para todos los niños en su día»

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Por: María L. Coda El Día del Niño o Día Universal del Niño es un día consagrado a la fraternidad y a la comprensión. En nuestro país hasta la década del noventa, el día del niño se celebraba el primer domingo de agosto, luego se pasó al tercer domingo y ahora nuevamente al primero. Pero no pasa por si se celebra primero, segundo o tercer domingo de un mes, porque todos son sus días. ¿Qué son los niños? Son seres llenos de energía que solo dejan de correr y hacer preguntas cuando están completamente exhaustos y caen rendidos de sueño.  Trepan los árboles, escarban la arena, se ríen de las cosas más simples y con solo mirarlos los adultos nos morimos de amor.  Algunos son más tranquilos que otros, pero todos siempre hacen preguntas. Al chico no le importa si esto nos distrae o nos produce una gran sonrisa. A ellos les encanta interrogar por todo, saber que es ese ¿Por qué? Son como enormes esponjas que absorben todo lo que hay a su alrededor. Tienen el don de poder hacer de algo simple, un momento valioso y de transformarlo en un suceso único. Observarlos cuando abren un paquete, para nosotros tiene un precio impagable que es el de poder ver como sus rostros se iluminan sacando el envoltorio, como si fueran a encontrar en esa caja “la gran verdad”. Y algo de eso pasa, porque sus ojos se abren grandes, su boca queda entreabierta y sonríen ante lo encontrado. Los grande muchas veces nos olvidamos de sonreír, por suerte los pequeños se encargan de que volvamos a hacerlo. Los niños no esconden nada. Si están emocionados o asustados, son muy obvios. Aceptan y devuelven amor sin vueltas. Un gran hombre es aquel que no ha perdido su corazón de niño. Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.( Mateo 18:3) VAMOS A JUGAR Mi regalo es un sencillo, simple y emotivo texto, que no se si dice todo lo deseo expresar pero está escrito con todas las ganas, y por eta niña que nunca se fue de mí. Inventar, crear, imaginar, componer y darle vida a un personaje, y que además este que se haga conocido en todo el mundo, no es cosa fácil. De hecho es algo que muy pocos escritores lo han logrado. Por eso hoy, deseo y quiero hablar de una persona que si lo consiguió “James Barrie” es muy posible que muchos que están leyendo su nombre con asombro, se pregunten ¿Quién es? Para lo que no lo conocen seguramente cuando mencione el personaje al le dio vida, volviéndolo inmortal, lo van a reconocer. ¿Quién fue James Barrie? Nada más, ni nada menos el creador de Peter Pan. A él le pasó algo que le sucede a varios escritores y es que el cine lo devoro a tal punto que muchos creen “que Peter Pan” fue inventando por Walt Disney, como del mismo modo se piensa de Pinocho, o Blanca nieves. ¿Pero porque quiero hablar de Barrie? Este sujeto escribió en una conmovedora biografía una frase muy fuerte, que en lo personal me marco: "El horror de mi niñez es que sabía que se acercaba el tiempo que debería renunciar a mis juegos; y eso me pareció intolerable. Entonces resolvió seguir jugando en secreto". Los juegos del él fueron sus libros y con sus personajes… "Entonces resolví seguir jugando en secreto" Acá me detengo… ¿Cuántos cómo Peter Pan o cómo Barrie resuelven seguir esparciéndose en secreto? Creo que somos varios, al menos hablo por mí. Y no es que me moleste crecer, porque no es una actividad que esté relacionada con el tiempo, si con el espacio. Ser grande, no es ser viejo, es otra cosa. Lamentablemente el orden establecido, junto a sus secuaces encubiertos, se interesan muchísimo porque uno abandone rápidamente la niñez, y deje de jugar. Notaron, que los niños cuando juegan no lo hacen por dinero, ni por obligación; ni por codicia sencillamente lo realizan porque les gusta, y lo mejor y más increíble es que lo hacen seriamente, sin ese cinismo que viene después, al que se lo denomina madurez. La gente vulgar, estructurada, y egocéntrica, desprecia a los que siguen jugando, a los que siguen soñando, a los que siguen siendo y no envejeciendo. Porque no quieren, ni les conviene que seamos esa gente que se arriesga en cada cruce, que se entregan en cada partida como si fuera la última, que lo dan todo. “Los enemigo de Peter Pan", ven a todo esto como una locura, que no llegan a comprender y que por eso prefieren seguir escondiéndose detrás de la mediocre aptitud llamada madurez. Pero los que si elegimos seguir jugando creemos que lo mejor aun no ha llegado. Un Juego que puede costar caro. Un juego serio, en el que se entrega todo Yo como Peter Pan, y como muchos nunca voy a dejar de jugar. Quizás lo haga en secreto… Dedicado a Peter Pan, a todos los niños del mundo, a mí hermano Juanjo, a Noriñaniña, y todos los que día a día están jugándose el alma. Feliz día.